jueves, 14 de junio de 2012

TEOTIHUACAN
 INICIO Y APOGEO

UBICACION GEOGRAFICA

El municipio de Teotihuacán se localiza en la cuenca de México, en el extremo nororiental de la misma y ligeramente en la misma dirección del Distrito Federal.

El valle de Teotihuacán está situado a 45 km., hacia el noroeste de la ciudad de México y a 119 km., de la ciudad de Toluca, dentro del contexto regional, Teotihuacán pertenece a la Región Económica II Zumpango la cual tiene bajo su jurisdicción a 31 municipios de la entidad.

Cuenta con una superficie de 82.65 kilómetros cuadrados; representa el 0.37% del total del territorio del Estado.




FUNDACION DE TEOTIHUACAN

 Teotihuacán («Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses»)   

Es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica.
 El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero se desconoce el nombre que le daban sus habitantes.
Los orígenes de Teotihuacán son todavía objeto de investigación entre los especialistas. Alrededor del inicio de nuestra era, Teotihuacán era una aldea que cobraba importancia como centro de culto en la cuenca del Anáhuac. Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna.
Se desconoce cuál es la identidad étnica de los primeros habitantes de Teotihuacán. Entre los candidatos se encuentran los totonacos, los nahuas y los pueblos de habla otomangueana, particularmente los otomíes. Las hipótesis más recientes apuntan a que Teotihuacán fue una urbe cosmopolita en cuyo florecimiento se vieron involucrados grupos de diverso origen étnico, como muestran los descubrimientos en el barrio zapoteco de la ciudad y la presencia de objetos provenientes de otras regiones de Mesoamérica, sobre todo de la región del Golfo y del área maya.


Durante la época prehispánica, Teotihuacán ha sido motivo de interés para quienes han sucedido a los teotihuacanos en Mesoamérica. Los toltecas y mexicas excavaron los restos de la ciudad para extraer objetos preciosos de ella. La ciudad fue convertida en el escenario de mitos esenciales para las creencias mesoamericanas, como la Leyenda de los Soles de los mexicas.





LA CIUDADELA

La Ciudadela es un conjunto arquitectónico localizado en la banda poniente de la calzada de los muertos, al sur del curso del río San Juan. 
El conjunto forma una gran plaza cuadrangular de aproximadamente 400 metros por lado y fue construido durante la fase Miccaotli, entre los años 150 y 250 d. C. 
El conjunto de La Ciudadela comprende también la pirámide de la Serpiente Emplumada, a la que rodean trece templos secundarios construidos sobre una plataforma. Detrás del templo de las Serpientes Emplumadas se encuentran dos conjuntos habitacionales que pudieron estar reservados para la élite teotihuacana. 
En el centro de la plaza se encuentra un adoratorio con cuatro escalinatas que daban acceso a la plataforma. La Ciudadela se convirtió en el centro político, cultural y económico de la ciudad de Teotihuacán, sitio que había correspondido al conjunto de la pirámide del Sol hasta entonces. 
Las causas de ese desplazamiento del centro de la ciudad son desconocidas, pero podría haberse debido a factores políticos.















 ARQUITECTURA
 
Está estrechamente relacionada con el urbanismo. La planificación urbanística de la ciudad no sólo se encuentra en el centro, sino que toda ella responde a un reticulado muy preciso. Además del eje principal de la ciudad, que corre de norte a sur, la avenida Este (este-oeste) divide el centro en cuatro partes.
 La ciudad se extiende por 20 km2 y debió tener una población de 100.000 habitantes. Alcanzó su mayor auge en la fase Xolalpan (450-650 d.C.) cuya superficie abarcó 24 km2 llegando a tener 250.000 habitantes. Las grandes pirámides del Sol y la Luna, el templo del Quetzalpapalotl y la Ciudadela son los elementos más característicos.
 La pirámide del Sol (65 m de altura por 225 m de base) pesa alrededor de un millón de toneladas. El carácter cortesano de las construcciones se pone de manifiesto con la gran importancia que adquiere la Ciudadela. Se trata de una enorme plataforma de 400 m de largo que sostiene pirámides, templos y altares.


  Al fondo del patio principal se levanta el palacio de Quetzalcóatl, una estructura de seis cuerpos con tablero-talud, que más tarde se ornamentaría con imágenes de los dioses Quetzalcóatl (serpiente emplumada) y Tláloc (dios de la Lluvia) y con numerosos elementos marinos y conchas. La utilización del sistema constructivo tablero/talud para cubrir los edificios alcanzó en Teotihuacán su máxima expresión difundiéndose después por toda Mesoamérica. Los materiales básicos de construcción eran de origen local. Se trituraban las rocas volcánicas de los afloramientos del valle y se mezclaban con tierra y cal para obtener una especie de hormigón resistente a la humedad que se utilizaba en las cimentaciones de los muros, que se hacían de adobes o de piedra sujeta con mortero.

Los suelos y el revestimiento de los muros solían acabarse con un revoco que se pulimentaba cuidadosamente. El estilo geométrico y severo manifestado en su planificación y en el revestimiento de sus edificios fue suavizado por los relieves y murales que los cubrían. Las construcciones neurálgicas de la ciudad eran sagradas. Toda la capital fue concebida como un proyecto sagrado, el centro cósmico donde se creó el mundo que habitamos. Los barrios de las afueras constituían verdaderos conjuntos de apartamentos unifamiliares. Las habitaciones se disponían hacia el patio interior y las paredes exteriores eran altas. Los edificios fueron estucados y pintados de vivos colores, mientras el interior era decorado con murales de gran riqueza técnica y simbólica. Es muy probable que los ocupantes de estos recintos estuvieran relacionados primariamente por lazos de parentesco, pero también por una común especialización artesanal.

ARTE

 El arte teotihuacano expresa por primera vez de forma grandiosa la concepción estatal mesoamericana que encontraría eco en lugares tan alejados como Monte Albán, El Tajín, Kaminaljuyú o Tikal. 

La mayor contribución de Teotihuacán fue establecer las características definitorias de la ciudad sagrada. Toda ella constituye un gran teatro propagandístico donde la escenografía es espectacular y conmovedora. La gran Avenida de los Muertos con las grandes pirámides del Sol y la Luna constituían un eje grandioso, en torno al cual se levantaban construcciones palaciegas y templarias, mientras las áreas habitacionales se situaban en los barrios de las afueras (Atetelco, Tetitla, Tepantitla).

 Su grandiosidad es tal que cuando varios siglos después los aztecas tuvieron que elegir un lugar para situar la creación del mundo se decidieron por Teotihuacán. Un creciente comercio llevó su influjo hasta los lugares más distantes de Mesoamérica: por el norte hasta los desiertos de Sonora y Sinaloa y, por el sur, hasta Uaxactún y Tikal en las tierras bajas mayas. El resultado fue un enorme crecimiento de los sectores artesanales y un perfeccionamiento técnico de todas las artes como nunca antes se había conocido.

ESCULTURA

No alcanzó entre los teotihuacanos la importancia que tuvo entre pueblos anteriores (olmecas) y posteriores (toltecas y aztecas).
En términos generales podríamos decir que se limita a reforzar el mensaje ideológico de las elites. Son geométricas y de apariencia pesada.


 La pieza más singular es una cariátide utilizada como elemento arquitectónico y asociada con la pirámide de la Luna que parece ser un antecedente de la estatua azteca de la diosa del agua (Chalchiuhtlicue).
 El marcador de Juego de Pelota de La Ventilla es el único ejemplo notable que poseemos.




CERAMICA

Fue uno de los elementos más característicos de la cultura teotihuacana. Una vez cubiertas por una fina capa de estuco se pintaban sobre ellas temas geométricos y escenas naturalistas que incluían dioses, sacerdotes, jeroglíficos, animales y plantas. El tipo más difundido fue el cilindro trípode con tapadera, decorado con pintura, relieve e incisión. La cerámica llamada Naranja Delgada alcanzó una gran difusión utilizándose como moneda hasta los confines del Imperio.

Coincidiendo con la aparición de escenas militaristas encontramos una cerámica antropomorfa, realizada a molde, que representa hombres desnudos en actitud de movimiento o sentados a la manera oriental. Su rostro es triangular con deformación craneana predominando la concepción lineal del cuerpo.






ARTE MURAL

Ejemplifica muy bien la concepción sagrada de la ciudad.

 Las escenas están presididas por figuras de dioses o por sacerdotes ataviados con sus atributos. 

El más representado es el dios de la lluvia, Tláloc, protagonista de numerosas ceremonias relacionadas con la tierra y la fertilidad. El Tlalocan, o paraíso del dios Tláloc, es el mural más conocido. Situado en el barrio de Tepantitla nos muestra a las almas de los difuntos disfrutando felices de los dones de la naturaleza. 

A mediados del siglo V, y coincidiendo con la expansión de la cultura teotihuacana a otros territorios, los murales se llenan de escenas y motivos militares, con guerreros armados con escudos, dardos y propulsores, jaguares y coyotes comiendo corazones humanos y diferentes signos calendáricos asociados con textos dinásticos.
Otros murales en Atetelco, Zacuala o Teopancaxco, arrojan información sobre otros dioses, sobre el calendario, el comercio y las actividades guerreras.



 GOBIERNO DE TEOTIHUACAN

Aunque muchos expertos, en repetidas ocasiones, han señalado a Teotihuacan como un Imperio, en los últimos años se ha comprobado que más bien se tiene que hablar de un Estado teotihuacano de tipo teocrático.

Tales afirmaciones acerca de la existencia de un Estado teotihuacano encuentran su fundamento en lo siguiente: En primer lugar, el ordenamiento y urbanización que presenta la ciudad, nos habla de una sociedad que debió de haber alcanzado una organización social perfectamente estructurada, muy diferente de las de tipo tribal. Las mismas pirámides son un claro ejemplo de que su construcción no pudo haber sido posible sin una conducción, planeación, y trabajo jerarquizado.

Los teotihuacanos fueron mucho más que una ciudad-Estado, lograron un dominio sobre los pueblos cercanos y además penetraron, de manera notoria, en zonas muy alejadas, como sería el caso de las ciudades mayas de Centroamérica. Se creyó que los teotihuacanos habían formado un basto imperio a base de conquistas militares, sin embargo, las investigaciones más recientes explican que los habitantes de Teotihuacan fueron pacíficos, dedicados en mayor medida al comercio, lo cual ha hecho pensar a los especialistas que el Estado teotihuacano pudo, a través del comercio, introducirse a regiones recónditas y así extender su influencia cultural a otros pueblos; aunque existen evidencias militaristas y posibles sacrificios, estos pertenecen al periodo final de la urbe.

Cabe destacar el hecho de que Teotihuacan monopolizara la explotación y comercio de la obsidiana. Debido al desconocimiento de la metalurgia, los pueblos mesoamericanos utilizaron a la obsidiana para hacer objetos punzo cortantes, además de que era un elemento importante en el rito de Tezcatlipoca; al ser la obsidiana un producto comercializado por Teotihuacan, gracias a la cernanía del volcán Navajas, la veta de obsidiana más grande de Mesoamérica, la importancia de la ciudad fue mucho mayor.

RELIGION

La religión que imperó en Teotihuacan era de tipo politeísta, y sus principales dioses fueron Tlaloc y Quetzalcóatl. Tlaloc era el dios de la lluvia, según la cultura mexica, pero en Teotihuacan, existe la posibilidad de que hubiese tenido mayores atributos. En algunos estudios, se especula que Tlaloc pudo haber sido no sólo una deidad relacionada con la lluvia, sino también con la tierra, pues ambos elementos tienen que ver con la agricultura, que era la base de todo pueblo sedentario; estas hipótesis se basan en lo siguiente: Tlaloc es un vocablo nahuatl que probablemente se deriva de la palabra tlatoa, que significa "correr" y por eso su relación con los torrentes de agua, pero la experta Thalma Sullivan explica que Tlaloc tiene más afinidad con el término tlalli, que significa "tierra".

La representación que se hace de Tlaloc es la de ser con características antropomorfas y animales, de ojos grandes y saltones, ataviado con un tocado de plumas, con la parte superior de su cara en forma de pájaro y colmillos en la boca, un rasgo distintivo de los dioses. La figura de Tlaloc se puede observar constantemente en las pinturas murales, las cuales han servido para poder entender un poco más del culto religioso.

Quetzalcóatl era la deidad creadora y su nombre tiene dos acepciones: La más común de éllas es la de "serpiente emplumada", pero también se le puede llamar "el gemelo divino", haciendo referencia al astro que representa, Venus, y el cual se le consideraba gemelo por ser estrella de la mañana y estrella de la tarde.


 










ELABORO:


EQUIPO 1
1° II
Alma Jessica Alvarez Vasquez
Alexander Benites Garcia
Evelin Garcia Garcia
Luis Jesus Garcia Sostenes
Valerio Gutierrez Ramirez
Aide Concepcion Jimenez Colin
Itzel Salvador Jimenez
Eduardo Reyna Guadarrama
Santiago Urbina Lopez
Olger U. Martinez De Jesus
Jaquelin Contreras Reyes